
El Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), es un sistema de transferencias electrónicas de fondos que pertenece, es administrado, operado y regulado por el Banco Central de México, el Banco de México (Banxico) Este sistema entró en funciones en agosto de 2004 y sustituyó gradualmente a su antecesor, el Sistema de Pagos Electrónicos de Uso Ampliado (SPEUA) que dejó de operar en agosto de 2005.
El SPEI se desarrolló con el objetivo de facilitar los pagos entre las instituciones financieras, sin embargo, se habilitó para que éstas ofrecieran el servicio de envío y recepción de transferencias electrónicas de fondos en moneda nacional a nombre y por cuenta propia o de sus clientes mediante órdenes de transferencias liquidadas por medio del propio sistema con posterioridad a su envío, de forma segura, eficiente y prácticamente en tiempo real, las 24 horas del día y todos los días del año.
Los clientes pueden transferir sus recursos a través del SPEI por medio de instrucciones realizadas a su institución financiera que administra su cuenta bancaria, enviadas por diversos canales, tales como: portales de internet, aplicaciones de banca móvil, mensaje vía Short Message Service (SMS) y ventanillas de sus sucursales.
El funcionamiento del SPEI se sustenta en un marco jurídico establecido en la Ley de Sistemas de Pagos, de la cual se deriva que la compensación y liquidación de las órdenes de transferencias aceptadas por este sistema sean firmes, irrevocables, exigibles y oponibles frente a terceros, con lo que se asegura la finalidad de las operaciones.
Es importante precisar que únicamente se pueden incorporar (ser participantes directos) al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios las instituciones financieras reguladas y supervisadas por las autoridades financieras mexicanas para limitar los riesgos que los participantes pudieran generar al sistema. Tales instituciones deben acreditar previo a su ingreso los requisitos técnicos, de seguridad informática y de gestión del riesgo operacional.
Las tarifas que deben cubrir los participantes del SPEI están determinadas principalmente por la infraestructura que requieren para conectarse con el Banco de México y por la proporción de las operaciones que realizan respecto del total procesado por el sistema.
El Banco de México establece estas tarifas bajo una política de recuperación de costos, lo que permite que estos sean bajos y no constituyan una barrera de entrada.
Hoy en día el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios ha cobrado relevancia en el envío y recepción de pagos de forma práctica, segura y eficiente; cuenta con más de 90 participantes directos entre los cuales se encuentran: 45 Instituciones de Banca Múltiple (Bancos), 10 Casas de Bolsa, 9 Sociedades Financieras Populares (SOFIPOS), 8 Instituciones de Fondos de Pago Electrónico (IFPE’s), 6 Instituciones de Banca de Desarrollo, 4 participantes del Banco de México, 3 Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAPS), 2 Fideicomisos Públicos, 1 Cámara de Compensación (Transfer), 1 Sociedad Distribuidora de Acciones de Sociedades de Inversión y 1 Transmisor de Dinero.
En el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios se procesaron en 2021 un total de 2,028,083,071 transacciones, en 2022 se incrementó a 2,834,521,072 transacciones y en 2023 llegaron a 3,894,350,988 transacciones, que suman un monto de 443,277,315 mdp, 504,434,290 mdp y 530,650,827 mdp, respectivamente.